En Caraz, el eco de los taladros se apagó. En Casma, las mezcladoras de cemento se oxidan bajo el sol. Y en Recuay, la obra del Hospital II-1 agoniza por segunda vez en el año, víctima no de la falta de ingenieros ni obreros, sino de una enfermedad más letal: la parálisis burocrática.
El 2 de agosto, la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) dictó sentencia: suspensión de 24 obras públicas en todo el país —incluidos los hospitales de Caraz, Casma y Recuay— por tres meses (agosto, setiembre y octubre de 2025). El motivo: el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no ha atendido desde enero las solicitudes de presupuesto adicional.

RECUAY: UN PACIENTE REINCIDENTE
La historia del nuevo Hospital de Recuay parece escrita por un guionista cínico. Entre el 28 de marzo y mediados de julio estuvo detenido por un conflicto presupuestal. Tras una reunión con autoridades y el pago de valorizaciones al consorcio SUYAY, los trabajos se reanudaron… pero apenas duraron quince días. Ahora la pausa se extiende hasta noviembre, congelando un proyecto que debía alcanzar el 70 % de avance este año, con riesgo de deterioro de estructuras y sobrecostos inevitables.
CARAZ Y CASMA: PROMESAS EN PAUSA
En Caraz y Casma, el panorama es igual: cascos guardados, maquinaria inmóvil, pacientes esperando en hospitales viejos y colapsados. La Dirección Regional de Salud Áncash advierte que la sobrecarga hospitalaria ya es crítica y que la paralización es un golpe directo a la atención médica.
LO QUE ANIN RECONOCE… Y LO QUE NO
En un documento interno, ANIN admite que esta suspensión traerá:
- Impacto social, de costos y plazos
- Desmovilización de personal y maquinaria
- Costos fijos por obras vacías
- Ruptura de la cadena de pagos y aumento de costos
- Riesgo de resolución de contratos y pérdida de líneas de crédito
Saben que la medida es cara y socialmente corrosiva, pero la aplican igual. Lo que no dicen es cuánto costará recuperar la confianza ciudadana o reparar el daño a la salud pública.
LA PROTESTA SE MUDA A LIMA
Dirigentes de construcción civil y vecinos de Recuay viajarán este martes 12 de agosto a Lima para protestar frente al MEF. Exigen que se libere el presupuesto y que se levante la suspensión antes de que las obras se conviertan en monumentos a medio hacer.
MIENTRAS EN ANCASH
Mientras estas obras de prioridad sanitaria se paralizan, el gobernador Koki Noriega se dedica a viajar y dar entrevistas para criticar a la presidenta Dina Boluarte, en vez de ponerse los pantalones de gobernador. Y en el Consejo Regional, los consejeros se pelean como si estuvieran en kínder por un asesor cuestionado: unos quieren sacarlo, otros mantenerlo.
Mientras tanto, Áncash… que se joda.
