OBRA ABANDONADA EN AIJA Y ALCALDE INDIFERENTE

En Aija, una obra que debió mejorar pistas, veredas, graderías y muros de contención yace inmóvil desde hace más de dos años. Cemento seco, piedras acumuladas y una promesa estatal estancada bajo el sol de los Andes. El proyecto —financiado con canon y sobrecanon, regalías y rentas de aduanas— sigue paralizado desde diciembre de 2022. Y lo peor no es solo el abandono físico. Lo peor es el abandono institucional, administrativo y moral.

El Informe de Control N.° 002-2025-2-0331 de la Contraloría General de la República lo dice sin eufemismos: pese a contar con un saldo presupuestal de más de 32 mil soles, la Municipalidad Provincial de Aija no ha culminado la ejecución de la obra. Y no solo eso: ha incumplido la Ley que obliga a registrar proyectos detenidos, manteniéndola invisibilizada para el sistema nacional.

No es olvido. Es negligencia.

El 29 de noviembre de 2024, el Órgano de Control Institucional (OCI) notificó al alcalde Abner Rodrigo Caja Evangelista sobre la omisión de su deber: la obra no figura en el Inventario de Obras Públicas Paralizadas del MEF, una herramienta fundamental para su eventual reactivación.

No era la primera advertencia. No sería la última. Y no cambió nada.

La obra, oficialmente denominada «Renovación de pista, vereda, graderías y muro de contención; además de otros activos en la Av. Túpac Amaru, Jr. Gabino Uribe, Jr. Confraternidad y Jr. Progreso – Aija», fue paralizada formalmente el 10 de diciembre de 2022, según acta firmada por el residente Roy Roger Osorio Serafín y el supervisor Benito Lazarte Torres. ¿La razón? Falta de mano de obra y materiales básicos como cemento Portland tipo I, agregados y piedras.

72% de avance… y nada más

Según la valorización N.° 5, del 9 de diciembre de 2022, la obra tenía un avance físico del 72.16%. Sin embargo, hasta hoy no ha habido un solo ladrillo más colocado. Lo insólito es que el sistema INFOBRAS, que debería reflejar la situación real de las obras públicas, aún muestra esta intervención como «en ejecución», y con un avance de apenas 67.38%.

Una mentira sistematizada.

Peor aún: la obra no ha sido registrada oficialmente como paralizada y su información está desactualizada. Esto impide cualquier intento de reactivación desde los niveles regionales o nacionales. Un limbo burocrático útil para esconder la inacción.

Un saldo que duerme

El presupuesto total asignado a esta obra fue de S/ 373,575.44. De ese monto, se gastaron S/ 341,195.19. Es decir, hay más de S/ 32 mil que no se usan ni se redireccionan a otras necesidades urgentes de Aija.

Ese dinero —que podría haberse invertido en concluir la obra o en paliar carencias urgentes de la población— está congelado, sin responsable visible ni voluntad de ejecutar.

¿Y el alcalde?

El alcalde Abner Caja Evangelista ha sido notificado por OCI en más de una ocasión. Las respuestas, si las hubo, no han pasado de oficios formales. Nada de acciones concretas, ningún anuncio público, cero transparencia.

Mientras tanto, las brechas de infraestructura en Aija se profundizan. Las calles siguen rotas, las graderías inconclusas, el muro sin terminar. La población, resignada o impotente, ve cómo el tiempo entierra la obra… y la esperanza.

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