La gestión del alcalde de Carhuaz, Carlos Eugenio Cántaro García (2023-2026), se ha convertido en un hervidero de controversias. Desde su asunción en enero de 2023, lo acompaña en la Gerencia Municipal Roosevelt Adolfo Pajuelo Mejía, un bachiller en Educación, según la plataforma de SUNEDU. Hasta ahí, todo parece dentro del margen de lo permitido. Sin embargo, el Manual de Clasificación de Cargos 2024, aprobado mediante la Resolución Municipal N.° 039-2024-MPC/GM del 24 de enero, establece claramente que el puesto exige nivel universitario completo y grado de título profesional en carreras como Derecho, Administración, Educación, Ingeniería Industrial o afines por formación. ¿Entonces, qué hace un bachiller sentado en la silla de Gerente Municipal?

No solo sería la falta de requisitos lo que levanta sospechas. Un video viral del Carnaval de Carhuaz muestra al Gerente Municipal en comportamientos poco decorosos: un beso con una «viuda» aquí, una mano indiscreta allá. La indignación ciudadana no tardó en manifestarse. ¿Un funcionario que debería representar seriedad y ética pública en espectáculos dignos de una comparsa de excesos?

Pero la fiesta no se detiene ahí. La Contraloría, en su informe N.° 051-2024-2-0334, puso la lupa sobre la gestión de Cántaro por el presunto favorecimiento en la designación de la tesorera municipal. Se trata de Elizabeth Viviana León de la Cruz, quien habría sido beneficiada con puntuaciones irregulares en el proceso de contratación CAS N.° 005-2023-MPC. ¿El resultado? Se le otorgó la plaza pese a que prestaba servicios en la entidad, afectando la transparencia y legalidad del proceso.

Por si todo esto fuera poco, un memorándum múltiple (N.° 023-2025-MPC/GM) ha encendido las alarmas. En él, el Gerente Municipal solicita a los demás gerentes una reunión para «socializar, evaluar y determinar la eliminación de documentos» en cada gerencia. La pregunta cae por su propio peso: ¿qué documentos pretenden borrar?
La gestión de Cántaro García parece más una cofradía de amigos que una administración pública. Mientras tanto, la ciudadanía de Carhuaz asiste, incrédula, a una puesta en escena donde las leyes se doblan, las normas se maquillan y los puestos de poder se reparten entre conocidos. ¿Cuánto más durará este carnaval?


