El riesgo que enfrentan los habitantes de Quichuas y Potrero, en el distrito de Huachis, es cada vez más latente debido a la paralización de la obra del Puente Quichuas. El caudal del río Mosna, como cada año, amenaza con desbordar el puente y dificultar el acceso a las viviendas de estos pobladores. Las malas condiciones de la infraestructura, producto de una ejecución deficiente, obligan a los habitantes a tomar rutas alternas, arriesgando sus vidas y perdiendo valioso tiempo.
Este puente, que debería mejorar la transitabilidad en la zona, fue adjudicado por la Municipalidad de Huachis en 2024, con un presupuesto de S/. 1 502,813.02. Sin embargo, a pesar de haberse cumplido el plazo de 120 días establecido para su construcción, la obra sigue sin terminar. A la grave preocupación por el mal estado del puente se suman las evidentes señales de erosión en sus bases, provocadas por el mismo río Mosna, lo que podría ser consecuencia de una deficiente ejecución constructiva.
El contrato fue firmado por el alcalde de Huachis, Rogelio Espinoza, y las empresas encargadas de la obra son el Consorcio Quichuas, conformado por QUECAS EIRL, con Jorge Luis Aguirre Lázaro como representante, y Consultores y Ejecutores DAED SAC, representada por Yon Edver Ventura Gómez. El proyecto contaba con un equipo profesional conformado por Carlos Walter Tahua Roque (residente de obra), Rafael Eduardo Ríos Pantoja (especialista en estructuras) y Yaneth Paola Loarte Antivo (especialista en seguridad y salud en el trabajo).
Sin embargo, a pesar de los incumplimientos y las serias fallas visibles, no ha habido pronunciamientos oficiales por parte de la municipalidad de Huachis ni explicaciones claras sobre la paralización de los trabajos. Ante este escenario, se solicita con urgencia a la Oficina de Control Interno (OCI) de la Contraloría General de la República que intervenga de inmediato, inspeccione la obra y realice las acciones de control necesarias para esclarecer lo sucedido.
Fuente: Moticiero Huari
