GRA ANUNCIA CESE TRAS AUDIO QUE REVELA PRESUNTOS COBROS DE 300 SOLES POR PUESTOS, PERO DIRECTOR SIGUE EN EL CARGO”

Un audio difundido en Huari destapó un nuevo escándalo en la gestión del gobernador regional Koki Noriega: funcionarios de la Red de Salud Conchucos Sur habrían condicionado la contratación de personal al pago mensual de 300 soles.

El material sonoro muestra a un trabajador del Hospital de Huari exigiendo al extrabajador del área de Radiología que espere tres meses más para ser recontratado. La negativa del profesional habría terminado en su exclusión y, como consecuencia, el servicio de Rayos X quedó inoperativo durante casi diez días, afectando la atención de pacientes.

Los principales señalados son el director de la Red de Salud Conchucos Sur, Carlos Castillo Mundaca; la directora del Hospital de Huari, Mariela Yuslisa Belleza Almeyda; y el jefe de Recursos Humanos, Miguel Heredia Martínez. Este último aparece en los audios presuntamente condicionando un puesto a cambio de pagos mensuales, hechos que encajarían en delitos de cohecho, tráfico de influencias y negociación incompatible.

Frente al escándalo, el gerente general del Gobierno Regional de Áncash, Marco La Rosa Sánchez Paredes, y el director regional de Salud, Ricardo Natividad Collas, anunciaron la destitución de Mundaca y la denuncia penal contra Heredia. Sin embargo, hasta ahora la resolución de cese del director aún no se ha publicado, lo que alimenta sospechas de maniobras para ganar tiempo y proteger a los implicados.

La Fiscalía Anticorrupción, pese a la magnitud de las denuncias, mantiene una pasividad preocupante. Hasta la fecha, no se conoce ninguna diligencia concreta sobre este caso ni sobre otros escándalos que salpican a la gestión de Koki Noriega.

Mientras tanto, la Red de Salud Conchucos Sur emitió un comunicado en el que asegura rechazar “categóricamente toda práctica irregular” y promete sanciones ejemplares. Palabras que contrastan con los hechos: funcionarios aún en sus cargos, audios en circulación y pacientes sin atención.

Lo que está en juego no es solo un puesto de trabajo, sino la salud de miles de ancashinos y la credibilidad de un aparato regional donde —según denuncias recurrentes— la venta de plazas se ha vuelto costumbre.

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