Huaraz se ha convertido en un laberinto de maquinaria, polvo y quejas. Mientras miles de vecinos lidian con calles rotas y desvíos improvisados, la Municipalidad ejecuta más de S/ 21 millones en proyectos simultáneos sin un plan vial que los ordene. La Contraloría ha intervenido en varios de ellos, señalando incumplimientos normativos, fallas técnicas y omisión de supervisión. Las fuentes son oficiales: resoluciones de contratación e informes de la Contraloría. La indignación crece, porque más allá del dinero, lo que está en juego es la calidad de vida de los huaracinos.
𝗔𝘃. 𝗔𝗴𝘂𝘀𝘁𝗶́𝗻 𝗚𝗮𝗺𝗮𝗿𝗿𝗮
Con un presupuesto de S/ 10,681,249.94, fue entregada al Consorcio Gamarra (empresas de Chiclayo y Huaraz). La Contraloría observó fallas graves en el sistema de drenaje que podrían causar su colapso.
𝗔𝘃. 𝗧𝗼𝗿𝗶𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗟𝘂𝘇𝘂𝗿𝗶𝗮𝗴𝗮
Adjudicada por S/ 6,885,782.82 al Consorcio Cruz Blanca (empresas de Pataz y Trujillo). Su ejecución simultánea genera caos vehicular y malestar por falta de información clara.
𝗔𝘃. 𝗥𝗮𝘆𝗺𝗼𝗻𝗱𝗶 (𝟮𝗱𝗮 𝗰𝘂𝗮𝗱𝗿𝗮)
Por S/ 1,825,504.20, la empresa Montalvo Constructora (de Lima) ejecutó esta obra con serias observaciones por fallas técnicas y falta de supervisión.
𝗣𝗹𝗮𝘇𝘂𝗲𝗹𝗮 𝗟𝗮 𝗦𝗼𝗹𝗲𝗱𝗮𝗱
Con S/ 2,600,000.00, el Consorcio Santa Cruz (empresas foráneas) ejecuta esta obra patrimonial. Las inspecciones detectaron fallas, ausencia de personal clave y falta de supervisión arquitectónica.
Aunque todas las obras fueron adjudicadas a empresas foráneas —principalmente de Lambayeque, Lima y La Libertad— desde la Municipalidad se ha intentado culpar al 𝗖𝗼𝗹𝗲𝗴𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗜𝗻𝗴𝗲𝗻𝗶𝗲𝗿𝗼𝘀 𝘆 𝗮 𝗹𝗮 𝗙𝗮𝗰𝘂𝗹𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗜𝗻𝗴𝗲𝗻𝗶𝗲𝗿𝗶́𝗮 𝗖𝗶𝘃𝗶𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗨𝗡𝗔𝗦𝗔𝗠, instituciones sin poder contractual. Esta narrativa busca deslindar responsabilidades, desinforma y profundiza la desconfianza ciudadana. Mientras tanto, la fiscalización edil es nula y las calles de Huaraz siguen reflejando una gestión sin rumbo.
