En la Red de Salud Huaylas Norte se ha encendido una alarma que revela, una vez más, el lado oscuro del poder en Áncash. La economista Sofía Trujillo, reconocida por su trabajo transparente y su firmeza frente a la corrupción, sería cesada de manera abrupta de su cargo como administradora.
Según denuncian trabajadores y pobladores, su salida precipitada que se daría, tras la presentación de un memorial sindical elevado al Gobierno Regional de Áncash. Sin embargo, detrás de ese documento se escondería algo más grave: una represalia política, ejecutada por funcionarios que temen perder privilegios y que hoy son investigados por la Fiscalía Anticorrupción de Huaraz.
Fuentes internas señalan que el Dr. Iván Huete Loyola, director de la Red de Salud Huaylas Norte, estaría detrás del movimiento que busca el retiro de una funcionaria incómoda para ciertos intereses.

Todo apunta a que el conflicto tiene como trasfondo los procesos de selección en el Hospital de Yungay, donde la administradora habría sido considerada “una piedra en el zapato”.
¿QUIÉN ES LA ADMINISTRADORA?
Sofía Trujillo no era una administradora cualquiera. En un entorno donde el silencio suele comprarse, ella optó por fiscalizar y exigir transparencia. Su gestión fue reconocida por trabajadores que resaltan su compromiso y su integridad. Pero, como suele ocurrir en este país invertido, esa misma honestidad se convirtió en su condena.
Trujillo se negó a encubrir irregularidades en los pagos y contratos. Por ello, aseguran los trabajadores, se ganó la enemistad de quienes durante años han manejado la Red de Salud Norte.
La Fiscalía Anticorrupción de Huaraz recibió el 16 de agosto de 2025 una denuncia anónima por *presunto peculado* en esta misma entidad, debido a *pagos indebidos que superarían los 114 mil soles en apenas tres meses*. Los desembolsos, según el informe fiscal, se habrían realizado fuera del cronograma oficial del calendario de pagos establecido por la Resolución Viceministerial N.º 005-2024-EF/11.01.
¿Coincidencia? ¿O simple castigo a quien osó poner la luz donde había sombra?
EL REEMPLAZO Y SU PROTECTOR
Las fuentes internas indican que el reemplazo de Trujillo estaría ligado el actual director de administración de la Diresa Áncash, Elías Manuel Guarniz Vásquez*, un nombre que en Huánuco y Chimbote es sinónimo de escándalo.
Guarniz fue sancionado en 2021 por la compra sobrevalorada de mascarillas y ropa médica en el Hospital Hermilio Valdizán de Huánuco, donde ejercía como jefe de Logística. Aquel caso, que hoy sigue siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción, reveló sobreprecios escandalosos y contratos sin requisitos técnicos.
Pero eso no fue todo. También se le vincula con una presunta organización criminal que habría desfalcado más de un millón de soles en el Hospital Regional de Chimbote.


LA PREGUNTA QUE NO QUIERE RESPUESTA
¿Cuál fue la falta de Sofía Trujillo?
Solo una: no alinearse con el grupo que desde hace años maneja la Red de Salud Huaylas Norte como su caja chica. No callar, no someterse, no mirar al costado.
Su cese no solo es una injusticia administrativa: es una señal de alerta sobre un sistema donde la lealtad se mide por el silencio y la obediencia*, no por la ética ni el mérito.
UN LLAMADO A LA DIGNIDAD
Esta historia no es menor. Refleja cómo el aparato público puede volverse un instrumento de persecución para quienes deciden actuar con rectitud.
El país no puede seguir tolerando que los funcionarios que defienden el bien público terminen en el banquillo, mientras los corruptos se pasean impunes entre oficinas y contratos.
Porque cuando un servidor honesto es apartado, *la corrupción gana terreno y la esperanza pierde una batalla más*. Y Quienes son los más perjudicados, la población más necesitada.
Y entonces, la pregunta que titula esta nota deja de ser retórica:
¿Justicia invertida?
Sí. En Áncash, la justicia parece seguir al revés, porque sancionan la verdad y premian la corrupción.