¿OBRA DEL COLEGIO SANTA ROSA DE VITERBO QUE NUNCA VERÁS?

El fracaso del Gobierno Regional de Áncash, los documentos falsos del Consorcio Educa y el abandono de 150 trabajadores sin pago

En la avenida Pedro Villón, detrás de una reja herrumbrosa y un letrero descolorido, yace el colegio Santa Rosa de Viterbo. Fundado hace más de 150 años, fue orgullo de generaciones huaracinas. Hoy, sus aulas vacías y el silencio de las niñas que esperaban volver a estudiar allí son el reflejo de un Estado que promete, cobra y no cumple.

La reconstrucción de este emblemático colegio fue anunciada con pompa por el gobernador regional Koki Noriega como el inicio de “una nueva era educativa en Áncash”.
“Estamos materializando un sueño largamente postergado”, dijo la directora, hermana Nora Bustamante, durante la ceremonia de colocación de la primera piedra.
Aplausos, fotos, discursos. Nadie imaginaba que, meses después, ese sueño se convertiría en una estafa técnica, moral y humana.

 EL CONTRATO QUE NACIÓ CON APLAUSOS Y MURIÓ ENTRE CARTAS NOTARIALES

El 6 de febrero de 2024, el Gobierno Regional de Áncash adjudicó al Consorcio Educa la obra “Mejoramiento de los servicios educativos de la I.E. Santa Rosa de Viterbo” por S/ 77,450,355.62.
El contrato se firmó el 11 de marzo y el terreno fue entregado el 26 del mismo mes.
El plazo: 750 días calendario.

El consorcio estuvo conformado por Costa Ingeniería y Construcción S.A.C. (60 %), GELI S.A.C. (20 %) y San Agustín E.I.R.L. (20 %), representadas por Paul Richard Laupa Chuquimajo.

En el papel, todo lucía impecable. En la práctica, todo estaba podrido desde el inicio.

 CONTRALORÍA: DOCUMENTOS FALSOS Y VERIFICACIONES TARDÍAS

El Informe N.º 10509-2024-CG/GRAN-SCC de la Contraloría encendió las alarmas:
la Subgerencia de Abastecimiento del GORE Áncash dio conformidad a los documentos del Consorcio Educa sin verificar su autenticidad.
Se detectaron constancias laborales con firmas ilegibles, certificados técnicos sin sustento y experiencia profesional inexistente.

La verificación recién se hizo el 16 y 17 de abril, cuando el contrato ya estaba firmado y los millones comprometidos.
El Gobierno Regional, bajo la mirada de Koki Noriega, prefirió confiar en papeles falsos antes que verificar la verdad.

 UNA OBRA PARALIZADA, UN GOBIERNO SILENCIOSO

Según el Informe N.º 24005-2024-CG/GRAN-SCC, al 31 de julio de 2024 el plan de contingencia, que debía culminar el 30 de mayo, solo alcanzaba 30 % de avance.
El progreso físico era de 2.38 %, frente al 9.76 % programado.

El Informe N.º 28539-2024-CG/GRAN-SCC reveló que el residente de obra trabajaba simultáneamente en otros proyectos, ausentándose del colegio.
No había control, ni supervisión, ni voluntad de corregir.
El GORE Áncash sabía lo que ocurría, pero miró hacia otro lado.

 MILLONES EN ADELANTOS, CERO RESULTADOS

El contrato permitió que el consorcio reciba más de S/ 23.2 millones en adelantos:

  • S/ 7.7 millones por adelanto directo (10 %)
  • S/ 11.6 millones para materiales e insumos (15 %)
  • S/ 3.8 millones para equipamiento y mobiliario (5 %)

A eso se sumaron valorizaciones mensuales que elevaron los pagos al 24.7 % del monto contractual.
Sin embargo, la obra luce igual que el primer día: sin cimientos, sin ladrillos, sin aula alguna.
La garantía de fiel cumplimiento —otros S/ 7.7 millones— no se ha ejecutado hasta hoy.

150 TRABAJADORES SIN SUELDO Y UNA PROTESTA EN PUERTA

La negligencia técnica se volvió tragedia humana.
Más de 150 trabajadores entre obreros y técnicos no cobran hace tres meses.
Muchos se enteraron del fin del contrato recién cuando el Gobierno Regional lo anunció por televisión.

“Nos dicen que ya no hay obra, pero tampoco nos pagan. Hemos dejado familia, hemos trabajado con fe y ahora nadie da la cara”, relató uno de los obreros a Caleta La Revista.

Los trabajadores planean una protesta en la puerta del Gobierno Regional de Áncash, exigiendo sus pagos y denunciando abandono.
Mientras tanto, el terreno del colegio se ha convertido en una mezcla de barro y desilusión.

 EL CONTRATO SE DERRUMBA POR SU PROPIO PESO

El Informe N.º 4265-2025-CG/GRAN-SCC confirmó que el Consorcio Educa no cumplió con el plan de contingencia ni con los plazos establecidos en la Acta de Conciliación N.º 021-2025.
El GORE Áncash tenía la causal perfecta para resolver el contrato.
Pero esperó hasta el 30 de diciembre de 2024 para emitir la Carta Notarial N.º 373-2024-GRA/GRAD.
Demasiado tarde.
Para entonces, el consorcio ya había cobrado más de S/ 19 millones.

LA VERSIÓN OFICIAL: TARDE Y SIN AUTOCRÍTICA

El 3 de octubre de 2025, el Gobierno Regional de Áncash anunció oficialmente la rescisión del contrato con el Consorcio Educa.
“El Gobierno Regional de Áncash informa la resolución del contrato debido al incumplimiento del contratista”, declaró el gerente regional de Infraestructura, César Moreno Toledo.
Prometió que el 9 de octubre iniciarían las acciones para culminar el saldo de obra.
Pero en Huaraz ya nadie cree en promesas.

La comunidad educativa —madres, docentes y exalumnas— observa con rabia y resignación.
Diez años de espera, millones gastados y ni una pared levantada.

RECONSTRUIR LA CONFIANZA

El caso Santa Rosa de Viterbo es más que una obra inconclusa: es la muestra de cómo la corrupción y la ineficiencia se disfrazan de progreso.
Un gobernador que adjudicó con premura, una gerencia que validó documentos falsos, y un consorcio que cobró millones sin construir.

El pueblo de Huaraz no solo perdió un colegio.
Perdió la confianza.
Y cuando la educación se convierte en negocio, los sueños se convierten en ruinas.

La Contraloría hizo su parte.
Ahora le toca al Ministerio Público y al Poder Judicial responder.
Porque si el Estado vuelve a callar, el silencio será el único ladrillo que se coloque en Santa Rosa de Viterbo.

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