El proyecto de recuperación del local escolar San Juan, ubicado en el distrito de Cochas, provincia de Ocros, presenta serias deficiencias en su expediente técnico, según el informe de control n.° 004-2025-OCI/0776-SCC de la Contraloría General de la República. Las observaciones alertan sobre riesgos que podrían afectar la calidad de la obra, la presentación de propuestas por parte de postores y el desarrollo normal de las clases.
El proyecto, aprobado inicialmente mediante la Resolución Gerencial n.° 006-2023-MPO-GDUyR, cuenta con un presupuesto actualizado de S/ 9 390 931,18, según Resolución de Gerencia Municipal n.° 0115-2024-GM/MPO. No obstante, la Contraloría identificó que los documentos de selección publicados por la Municipalidad Provincial de Ocros, en la gestión de la alcaldesa Eudomilia Cabanillas Ostos, contemplan la demolición de la infraestructura existente sin que se haya culminado el plan de contingencia, entre otras irregularidades.
Uno de los principales hallazgos señala discrepancias en las características técnicas de la maquinaria requerida. El cálculo de movilización establece equipos como mezcladoras de 11 p3, mientras que el presupuesto actualizado y las bases integradas refieren otras especificaciones, como trompos de 9 p3, lo que podría inducir a errores en las ofertas.
Además, se detectó que varios costos de materiales no corresponden a las cotizaciones presentadas por el proyectista. Incluso, insumos como neopreno para juntas y equipamiento no cuentan con respaldo documental, aunque fueron considerados en los costos unitarios.
Otro punto crítico es la duplicidad en los metrados de partidas para trazos de obra, así como la ausencia de planos de ubicación de canteras y de cotizaciones para el flete terrestre, lo que contraviene normas del MTC y podría afectar el cálculo real de transporte de materiales.
Según el reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado, estos errores e inconsistencias podrían limitar la participación de postores y comprometer la transparencia del proceso.
¿Quién se beneficia de esta desprolijidad? ¿Por qué se aprueba un expediente lleno de vacíos? ¿Por qué en un país donde se invoca a la educación en cada discurso, se permite que una obra escolar arranque con un expediente técnico que hace agua?
La Contraloría lo ha dicho claro: estas inconsistencias pueden afectar la calidad de la obra, inducir a error a los postores y alterar el curso de las clases. Lo demás es silencio administrativo.
Mientras tanto, los niños de Cochas seguirán esperando su nuevo colegio. Y quizá cuando por fin lo terminen —si lo terminan— ya estén graduándose… de víctimas del sistema.
