La familia de David Anaya López, trabajador de la empresa de seguridad Liderman, quien falleció durante una tormenta eléctrica en las operaciones de Antamina, denunció una presunta negligencia en la atención de las autoridades tras el accidente ocurrido el martes 11 de noviembre en la sierra de Áncash.
Según su hermano, Raúl Anaya López, han pasado más de 24 horas desde el fallecimiento y el cuerpo aún no puede ser ingresado a la morgue de Huaraz, permaneciendo dentro de una ambulancia a la espera del fiscal de turno para el levantamiento correspondiente.
“Nos dicen que están coordinando y no llegan, mientras mi hermano sigue casi por 24 horas así, botado. Es indignante que haya pasado tanto tiempo sin atención”, expresó el hermano del fallecido.
La familia acusa además que en la zona del accidente no existían medidas de protección adecuadas, como pararrayos o señalización, pese a las condiciones de riesgo en la zona donde el trabajador realizaba sus labores.
Por su parte, la esposa de la víctima, Milena Espinoza, lamentó que las diligencias se hayan retrasado porque “la fiscal dice que no puede pasar por una vía cerrada”. Asimismo, exigió que se esclarezcan las circunstancias del deceso y que se determine si hubo responsabilidad de la empresa contratista o de la minera principal.
El trabajador deja una niña de dos años y nueve meses, y su familia pide apoyo económico y justicia, al ser él el único sustento del hogar.
Mientras tanto, los familiares continúan en el exterior de la morgue de Huaraz, esperando que se autorice el ingreso del cuerpo y que se inicie una investigación inmediata sobre las causas y responsabilidades del hecho
